La floración de la rosa de los Alpes (Rhododendron ferrugineum) en las laderas de las montañas que rodean la ciudad de Innsbruck es un regalo para la vista de los excursionistas y amantes de la naturaleza. El intenso color rosa de la flor de este arbusto se mezcla con el vivo color verde de los prados alpinos en un espectáculo visual realmente único. La rosa de los Alpes pertenece a la familia de los rododendros. Se trata de un arbusto extremadamente resistente, aunque frágil, que crece a partir de al menos 500 metros de altitud en las altas montañas de Europa. Su floración dura de principios de junio hasta finales de julio. En algunos lugares se presentan como arbustos individuales cerca de los senderos, mientras que en otros lugares las laderas de las montañas se convierten en un auténtico mar de color rosa.

Quienes no quieren perderse este espectáculo de la naturaleza tienen que acudir a la montaña. Para familias con niños se recomienda especialmente el camino de los cembros en la montaña de Patscherkofel, muy cerca de Innsbruck. Para llegar al punto de salida del camino de los cembros se puede subir en teleférico hasta 2.000 metros de altitud desde Igls. El sendero es bastante llano y permite disfrutar tranquilamente de la belleza de la rosa de los Alpes.

Los visitantes más deportistas pueden ir de Innsbruck al cercano Kühtai y admirar allí la impresionante floración de este singular arbusto. Una excursión al valle Sellraintal es otra opción para ver la rosa de los Alpes en plena floración en verano. Una excursión por los prados alpinos, a las cimas de los Alpes de Stubai o en bicicleta (puede ser eléctrica) – todas tienen un denominador común: el espectacular mar de color rosa del paisaje. Para una estancia en plena naturaleza se recomienda alojarse en uno de los pintorescos pueblos de alpinismo del valle Sellraintl.